Tratamiento para Dolor de Espalda

Dolor Lumbar - Lumbalgia

La lumbalgia (dolor en la parte baja de la columna) es la causa principal de dolor crónico. La columna lumbar es el segmento final de la columna vertebral y la zona que soporta más peso, por eso es la parte de la espalda que duele más a menudo. Puede ser de origen mecánico, por alteración de las diferentes estructuras y articulaciones que forman la columna vertebral, como ligamentos, músculos, discos vertebrales y vértebras; o de origen inflamatorio degenerativo, por afectación de las vértebras, tendones o articulaciones próximas, como las articulaciones facetarias. Existen múltiples procedimientos que pueden aliviar su dolor de espalda. Si necesita que tratemos su dolor de espalda en Madrid: Consúltenos.

Dolor de Espalda

 

El dolor de espalda es el dolor más prevalente en la población española, y la localización lumbar o lumbalgia, es la más frecuente de todas, pues la zona lumbar soporta todo el peso del tronco y tiene más movilidad que el resto.

Razones del Dolor Lumbar

La mayoría de las veces, el dolor lumbar es inespecífico, sin una causa clara y sin irradiación. También existe un porcentaje de casos en los que el dolor lumbar es específico, porque se puede determinar la causa, y el dolor se irradia hacia una pierna o incluso pie, y suele estar asociado a radiculopatía o a estenosis vertebral. La lumbalgia se denomina aguda si dura menos de 4 semanas y crónica si persiste más allá de 3 meses. El tratamiento es diferente según esta última clasificación.

Tratamientos del Dolor Lumbar Agudo

Para el tratamiento del dolor lumbar agudo se suelen emplear las siguientes estrategias terapéuticas:

  • Terapias físicas: Ejercicio físico, terapia alternante frío/calor.
  • Terapia farmacológica: analgésicos y co-analgésicos
  • Estimulación: TENS, acupuntura
  • Tratamiento intervencionista mínimamente invasivo
Si la lumbalgia no mejora en un plazo de 2 a 4 semanas, se deberían solicitar más pruebas para valorar el origen del dolor.

Dolor Lumbar Crónico

En los casos de dolor lumbar crónico, el tratamiento es más complejo y multimodal. El abordaje multimodal del dolor crónico implica una serie de técnicas de neuromodulación farmacológicas e intervencionistas, que permiten abolir o disminuir la intensidad del dolor del paciente y aportar una serie de recursos asociados, para ayudar al paciente a autocontrolar su dolor. El hecho de que se necesiten varias opciones para controlar el dolor lumbar crónico, se debe a que existen diferentes mecanismos implicados en este dolor.

La columna vertebral es un estructura compleja, que incluye diferentes estructuras y articulaciones, que soporta un gran peso debido a la deambulación erguida y que tiene una inervación muy rica y profusa. Por es el dolor de espalda puede originarse en distintas estructuras de la columna, y por eso los tratamientos pueden diferir de unos pacientes a otros.

Tipos de Dolor Lumbar

Desde un punto de vista práctico, el dolor puede clasificarse según su origen y cada uno de ellos en:

Dolor Discogénico

Dolor discogénico. Es aquel dolor lumbar que se origina en un disco intervertebral de la columna vertebral. Es de los dolores más frecuentes, constituyendo el origen de hasta el 40% de las lumbalgias. Representa un motivo de consulta frecuente y es una de las principales causas de absentismo laboral, no solo por el daño físico directo sino también por el deterioro en la calidad de vida de los pacientes y la mayor frecuencia en ellos de trastornos como depresión mayor y ansiedad. La degeneración discal se ha relacionado con diversos factores genéticos, ambientales, mecánicos y metabólicos. El tabaquismo se ha reconocido como un factor determinante, así mismo la edad, la actividad física asociada a la práctica de algunos deportes y el trabajo pesado desarrollado sin las medidas necesarias. Existen técnicas intervencionistas mínimamente invasivas encaminadas a aliviar este tipo de dolor, incluyendo las infiltraciones epidurales, la discografía y la radiofrecuencia del disco

Dolor Radicular

Dolor radicular. Es el producido por la afectación de una raíz nerviosa. Las hernias discales y la enfermedad degenerativa artrósica de la columna, son las responsables de la gran mayoría de los dolores radiculares. El mecanismo productor del dolor radicular no ha sido completamente establecido. Probablemente existen factores mecánicos, isquémicos e inflamatorios que actúan conjuntamente. Una correcta historia clínica y exploración física orientan el diagnóstico, que se confirmara mediante resonancia magnética. El hallazgo de un hernia discal en una prueba de imagen, con o sin dolor radicular, no implica que necesite neurocirugía. El tratamiento ideal es el más eficaz, el menos invasivo, el de menor morbilidad, el más confortable para el paciente y el de menor coste económico. Antes de la cirugía existen otros tratamientos, que pueden ser definitivos, como son las infiltraciones, las técnicas mínimamente invasivas de neuroestimulación, periférica, medular o cerebral o la radiofrecuencia pulsada, que resultan más adecuadas para el tratamiento del dolor radicular

Dolor de estenosis de canal

Dolor por estenosis de canal. Es una patología que se define por un estrechamiento del canal espinal y que atrapa estructuras nerviosa, vaculares,… Si el canal de la columna se estrecha y presiona los nervios, puede causar dolor en las piernas o las nalgas que obligan al paciente a detener la marcha (claudicación neurogénica). La estenosis de la columna se trata con diversos métodos no quirúrgicos, que incluyen analgésicos y otros fármacos, inyecciones en la columna, ejercicios, fisioterapia y tratamientos similares.

Síndrome de espalda fallida

Síndrome de espalda fallida. Cuando el dolor crónico persiste tras una cirugía de espalda, se conoce como síndrome de espalda fallida. Afecta a entre el 15 y el 60% de los pacientes sometidos a cirugía de espalda, según las series, pero su aparición no implica que la cirugía esté mal hecha o mal indicado, sino que no ha logrado resolver el dolor. Hay múltiples causas que pueden producir este síndrome. Una de las más frecuentes es la fibrosis post cirugía que se produce en el espacio que ocupan las raíces. Este tejido comprime los nervios y, en consecuencia, se produce dolor. Una nueva cirugía no solucionará el dolor sino que, incluso, puede aumentar la fibrosis. El tratamiento debe ser multidisciplinar y precoz. Los pacientes suelen llegar tarde a las unidades del dolor, lo cual dificulta los tratamientos. Entre los tratamientos ofrecidos en las unidades del dolor y que se deben emplear en este síndrome están los fármacos y otro tipo de técnicas intervencionistas como infiltraciones, radiofrecuencia o neuroestimulación.

Dolor Facetario

Dolor facetario. Las apófisis o facetas articulares son carillas articulares que ponen en contactos 2 vértebras contiguas, restringiendo determinados movimientos e impidiendo que las vértebras se desplacen hacia delante. Las facetas articulares se inervan por la rama medial del ramo dorsal. La artrosis facetaria se produce por el normal desgaste del cartílago de la faceta articular. La prevalencia del dolor torácico es del 15% de la población general, en contraste con el 56% de dolor lumbar y 44% de dolor cervical. Los signos iniciales de la artrosis facetaria aparecen a partir de los 30 años. El dolor facetario ocurre porque estas articulaciones están muy cerca de los orificios intervertebrales y los nervios que pasan por el conducto vertebral se ven afectados. El dolor se distribuye por el territorio de estos nervios y los músculos asociados sufren espasmo y contracturas. Dentro de las causas de dolor facetario y síndrome de la articulación facetaria, están el traumatismo, la inflamación, la artritis, el pinzamiento sinovial, el atrapamiento meniscal y la condromalacia. El diagnóstico se basa en la clínica, en signos radiológicos en las pruebas de imagen y en las infiltraciones. Existe un procedimiento que se conoce como “bloqueo facetario” y que consiste en la inyección de un anestésico local y un esteroide dentro de la articulación o en el bloqueo selectivo de los ramos mediales del nervio espinal que inervan las facetas. Este esteroide disminuye la inflamación y el anestésico, al bloquear el nervio o la faceta, mejoran el dolor. Si hay mejoría se confirma el diagnóstico de artrosis facetaria, independiente del tiempo en el cual esta ocurra, y estos pacientes son candidatos a radiofrecuencia de los ramos mediales, que es un tratamiento más definitivo.

Dolor de Articulación Sacroilíaca

Dolor de articulación sacroilíaca. La articulación sacroilíaca está al lado de la parte inferior de la columna vertebral, debajo de la columna lumbar y sobre el cóccix. Conecta el sacro con la pelvis (cresta ilíaca). Es una articulación pequeña y muy fuerte, reforzada por ligamentos que la rodean, tiene poca movilidad ya que actúa como amortiguación, transmitiendo las fuerzas de la parte superior del cuerpo a la pelvis y piernas. No está claro cómo se genera el dolor, pero se cree que se debe a una alteración en el movimiento normal de la articulación, ya sea por demasiado movimiento (hipermovilidad o inestabilidad) o por muy poco movimiento (hipomovilidad o fijación), que suele asociarse a la fijación quirúrgica de la columna.

Por tanto, el dolor de espalda debe ser enfocado como un síndrome que puede originarse en diversas patologías y el tratamiento mínimamente invasivo es, hoy en dí, la primera alternativa terapéutica para controlar el dolor.

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